Cómo reducir el costo de productividad con células ágiles

El mundo está evolucionando rápidamente, las empresas y organizaciones e instituciones deben estar lo más cercano a ese cambio de tendencias para satisfacer las demandas de la población. 

 

 

En el mundo TI esta realidad está más presente que nunca, pues cada semestre (a veces menos) sale al mercado un nuevo producto que supera a su competencia, lo hace más rápido, seguro y rentable siendo la primera opción de compra dentro del mundo empresarial. 

 

Debido a que la tecnología se encuentra muy presente en el día a día de las personas y empresas, un departamento TI debe velar siempre por el funcionamiento de la misma, ofreciendo soluciones innovadoras. No solo hace falta buenos profesionales que den respuestas a estos cambios, sino también formas de trabajo que aceleren la entrega de productos. 

 

Es aquí donde entra la agilidad, conocida como la metodología de trabajo más eficiente para ejecutar distintos tipos de proyectos, siendo la preferida hoy en día para implementar soluciones TI. 

 

Esta metodología se destaca por ser de tipo RAD (Rapid Application Development) siendo Scrum el framework más utilizado como marco de trabajo.

 

Por lo general en Chile, este tipo de proyectos tecnológicos se suele externalizar para garantizar una mejor entrega y profesionalismo a la hora de trabajar con una empresa aliada. Esto ayuda a que las empresas se centren en sus labores de rutina para evitar descuidar el core de la misma. 

 

Más rentabilidad en menos tiempo

 

Invertir en celular ágiles vuelve a las empresas más rentables en el corto plazo, gracias al retorno de inversión que obtienen al incluir el producto de software en los procesos actuales, esto permite mejorar y acelerar el flujo de trabajo, poder abarcar más clientes o público y ofrecer soluciones acordes a las necesidades de los tiempos modernos.

 

Estos métodos disminuyen el costo de productividad gracias a las siguientes características:

 

  • Fácil ejecución: Luego de un levantamiento de las necesidades del cliente, se crea un plan de acción e inicia el desarrollo de software.
  • Adaptable: A diferencia de la metodología Waterfall, la agilidad permite realizar cambios a medida que se va desarrollando el software, pudiendo agregar tantas funciones como lo requiera el cliente.
  • Entregas continuas: El cliente siempre ve el avance el proyecto con reportes semanales y pruebas del software.
  • Equipo dedicado: Los desarrolladores siempre trabajan para un solo fin, y es el de poner a funcionar el proyecto. 
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La agilidad está cambiando al mundo TI, y las grandes empresas e instituciones que atienden miles de personas al día están optando cada vez más por esta fórmula de trabajo para satisfacer la creciente demanda. 

 

Prensa Apiux

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