Liderazgo yellower: Aprendizajes después de las tormentas de un Jefe de Proyectos

¿El líder nace o se hace? La discusión es antigua y hay tantos argumentos, que depende del ángulo en que se mire. En Apiux, creemos que ni lo uno ni lo otro: el liderazgo se desarrolla y se busca de forma intencional. Es por eso, tal vez, que la historia de nuestro Jefe de Proyectos, David De Oliveira, nos parece digna de compartir. 

 

Vamos a lo primero: Cuando David llegó a Apiux, a mediados de 2015, era el minuto cero de esta compañía. Venía de una pequeña empresa que compramos para empezar, y como él mismo lo dice: “yo llegué a Apiux con cara de todo menos de líder”. 

 

Inició como documentador-analista y su misión era darle continuidad a un proyecto que venía con algunos problemas. Ahí está la primera gran enseñanza de su trayectoria: 

 

“No existe un proyecto significativo con estrés cero. El líder se hace superando desafíos”

 

El hecho de haber logrado ese primer trabajo fue muy importante por varias razones: David no es Ingeniero Informático de profesión. De hecho, cuando estaba en segundo año de la carrera decidió cambiarse porque “no quería programar”.

 

Siguiendo una voz que lo llamaba más hacia la gestión y administración, se tituló como Ingeniero Industrial y mientras estudiaba trabajó en Colegios de la Fundación Santa María de los Andes como coordinador TI y hasta profesor de matemáticas. 

 

Ahí se entrenó en el arte de resolver problemas en escenarios ambiguos, y fue justamente lo que puso en práctica en Apiux y lo que le ha llevado a formar una carrera llena de aprendizajes. 

 

De trabajar en un colegio a Jefe de Proyectos

 

Cuando a David De Oliveira le entregaron su primer proyecto no fue en una celebración con juegos y espectáculos. “Recuerdo que iba en el metro con mi líder técnico y ahí fue donde me dijo que yo iba a empezar a dirigir un proyecto pequeño”, cuenta David.

 

En adelante, comenzó una aventura repleta de logros y tormentas. Proyectos con la Compañía Sudamericana de Vapores, el Servicio Electoral de Chile, Banco BCI, ACHS, entre otros. 

 

“Cuando llegué a Apiux había muchos líderes. La posibilidad de ser jefe en ese momento era imposible. Fue algo que se fue dando paulatinamente, cuando los jefes empezaron a dejar de estar”, dice David. 

 

De su experiencia con esos clientes, David aprendió que en la gestión de proyectos pueden correr muchas “lágrimas y sangre” para llegar a un resultado. Ahí está la segunda gran recomendación para todos los que quieren desarrollar su liderazgo en una compañía:

 

“El Jefe de Proyectos que no sabe administrar la presión termina chocando o explotando”

 

Otra frase que puede parecer obvia, pero que se olvida con facilidad. La carrera en la que David se metió para satisfacer a los clientes, sumada a otras situaciones personales, le dejó una dosis de estrés que le obligó a tomar una licencia por un tiempo. 

 

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Lo que le sucedió a este Jefe de Proyectos es una problemática común en las organizaciones. De hecho, recientemente un informe de Harvard Business Review evaluó tres comportamientos interconectados de los líderes eficaces. Es decir, los que logran llegar a un lanzamiento con éxito sin quemarse a sí mismos y a su equipo:

 

  1. Ser accesible y abierto. Esto es, tener siempre presente que se está trabajando con personas y no dejar el lado “gente” del liderazgo.
  2. Saber cómo funcionan los procesos y operaciones. Tener clara cuál es la misión de tu liderazgo y la importancia del objetivo al que aspiras.
  3. Equilibrar riesgos para la misión y para las personas. Es decir, lograr una mezcla entre los dos primeros puntos para llegar a un objetivo. 

 

Facilitador y protector

 

Hoy, David De Oliveira es Jefe de Proyectos de una de las apuestas más ambiciosas de la compañía: Apiux Labs, nuestro hub de desarrollo donde buscamos construir módulos de software altamente customizables. En palabras cortas: soluciones tecnológicas que le sirvan a muchas empresas y que se ajusten a sus necesidades. 

 

Su día comienza con una daily con el equipo en la que, apegado a la metodología ágil, se repasa un desglose de actividades del día anterior, los objetivos del presente y los impedimentos. 

 

“Un Jefe de Proyectos es un facilitador: debemos crear las condiciones para que los demás trabajen. Ser aceite y cohesión, no un cuello de botella”, comenta David sobre sus aprendizajes.

 

Cuando te llevas tareas después de una reunión es probable que no cumplas y te conviertas en un cuello de botella. Si ves que no estás cumpliendo, mi recomendación es que tu tarea la tome otro. 

 

El otro rol fundamental del líder de un proyecto es ser protector: velar por el equipo, cuidarlo, sobrevivir juntos todo el proyecto. “Conversar, preguntar qué te pasa, qué te duele. Son interrogantes que hay que hacer constantemente”, dice David. 

 

Finalmente, entender que, muchas veces, el hecho de que tu equipo se quede trabajando dos horas no va a cambiar el mundo. Tú necesitas a tu equipo perfecto durante ocho horas. 

 

En Apiux nos interesa desarrollar el liderazgo y talento de todas las personas que se unen al Team. ¡Estamos contratando todo el tiempo! Asómate a ver y recomendar nuestras vacantes disponibles. 

 

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